#Cambiemos visto desde un ciudadano:
Hay un país que quedó atrás y reminiscencias de quienes vivieron cómodos, se beneficiaron o incluso fueron protagonistas de ese país, aún estamos en la transición, ellos añoran ese pasado y quieren volver, pero ya nada será igual, podremos tropezar, pasaremos por mil dificultades, si nos caemos, nos vamos a levantar, cada vez que nos levantemos, seremos mas fuertes y habremos aprendido algo, y entendido el juego, este del poder para hacer y construir. No hablo como parte de un gobierno, porque de hecho no lo soy, no cumplo función alguna dentro de él, solo mi rol social y una férrea adhesión al mismo, siempre y cuando este gobierno esté en concordancia con mis ideas, o con lo que añoro para mi país, seguramente habrá un montón de cosas que no me guste de este gobierno, algunos funcionarios, decisiones, habrá errores, improvisaciones, pecarán algunas veces de ingenuos, otras serán soberbios habrá medidas que en principio me sabrán injustas, otras que no las entenderé, y existirán tantas demandas incumplidas, quizás muchas por imposibles, y otras porque las prioridades fueron distintas, podré criticarlas.
Cuando digo que ya nada será igual, no lo estoy atando al éxito de un gobierno, ni a los aciertos o errores de este, sino al convencimiento que una parte importante de los ciudadanos argentinos entendimos que el camino es este, y no por fácil, es el camino de la República, cómo bien dice Elisa Carrio, es el camino de construir sobre pilares sólidos, de responsabilidad, transparencia, orden y respeto institucional, de apegarnos a normas y códigos de convivencia; es cómo dice Mauricio Macri, es el camino de entender que el futuro que queremos para nuestro país está en el protagonismo de cada argentino, liberando las capacidades, el talento y el tesón de nuestra gente para construir prosperidad.
Una sociedad para poder funcionar de manera coordinada, y poder prosperar, entendiendo prosperidad como crecimiento económico y sobre todo social, deberá estar guiada por una visión de conjunto mas o menos clara, esto no quiere decir que todos pensemos iguales, sino que debe haber un cúmulo de ideas, conceptos y directrices a las cuales una gran mayoría adhieran y sobre todo a qué valores éticos y morales respondemos.
Después podremos discutir desde la educación, sí publica o privada, orientada a qué, o la salud, sí publica o privada y de qué calidad, o los servicios, o el sistema previsional, o la infraestructura de país o que prioridad le damos al gasto publico. Existirán quienes opinarán que los cambios o el camino es el gradualismo y otros recomendarán una forma mas tajante y de corte profundo, porque el déficit fiscal es nuestro talón de aquiles, y puede ser, es válido; pero el gobierno también tiene que gobernar un país complicado, con un delgado margen en cuanto a lo ideológico, con un montón de gente que no aporta al sistema, pero que se sustenta de él (Estado) y que si los quitas, te queman el país, más allá de todas estas opiniones divergentes, tenemos que consolidar una base firme de sustento social, que nos una y nos proteja de volver atrás, al país del populismo, de la improvisación, la desidia, la corrupción, del vale todo (ese vamos por todo). Un país mas organizado, serio, previsible, ordenado, con educación, recuperar la cultura del trabajo, erradicar el narcotráfico, la delincuencia y el parasitismo estatal como formas de vida, recuperar la credibilidad en el contexto del mundo. Breguemos para que Macri, y #Cambiemos en representación nuestra, consoliden las bases, establezcan los pilares fundamentales del país que le queremos dejar a nuestros hijos y en el cual nos de gusto y orgullo vivir, luego otros partidos políticos sabrán ajustarse a estas demandas.