Que alguien me explique de dónde viene el mote de FILOSOFO del Sr. Forster – quizás tenga alguna graduación académica importante y alguna que otras publicaciones, de las cuales prefiero seguir ignorando, porque tengo alergia a ciertas lecturas mediocres y falsificadoras de la realidad. Alguien que tiene ideas acotadas a los intereses de un poder de turno, con grandes dificultades para poder o querer ver la realidad, que siempre quiere acomodar el discursos con toscas artimañas de engaño y embuste para cumplir su rol de servil funcional a intereses de los gobernantes, está muy lejos de siquiera ser un mediocre miembro de la filosofía. Este señor solo es culto de un tipo de sofismo funcional y servil a intereses de una circunstancial aristocracia del poder.
El señor Forster parece integrar un grupo autodenominado “intelectuales:
Apenas leí algunos párrafos de la carta de estos señores autorreferenciales de Carta Abierta y no pude avanzar mucho en la lectura, por esa repulsión que mencioné. Pero por suerte basta leer apenas algunos párrafos y darse cuenta cual es la intensión de estos impresentables encumbrados sofistas – cultores sofisticados del embuste. Si me dan a elegir entre un embaucador sofisticado como Forster o un charlatán menos instruido como Luis D’Elia, me quedo con este último, al menos aparenta autenticidad y hasta cierta transparencia, porque el odio y resentimiento que destila está a la vista.
Lo peor del modelo nacional y popular es la inflación – pero no esa inflación que aumenta día tras día su costo de vida- sino la inflación en la mentira, el descaro y el cinismo de estos “intelectuales” y serviles funcionales al modelo.
El por qué hacen culto de un sofismo de “embuste” y charlatanería se funda en que solo contemplan una parcialidad de la realidad social – la que es adepta al movimiento, casi como masas inertes o llámeles si quiere militancia. Para ellos solo existe y dan credibilidad y veracidad al relato, al discurso de los intereses creados; todo aquel que no acepte esa “verdad absoluta” es una abstracción – sin existencia real. Todos nosotros que estamos muy lejos de aceptar un discurso rumeado por árbitros y lideres que quieren dirigir nuestras vidas, a tal extremo de decirnos a que cosa creer y a que cosa no, y que cosa es buena y que cosa es mala, como si tuviéramos extirpadas las habilidades de la lógica, el raciocinio y el buen entender, sea por especulaciones propias o por observación directa de la realidad.
Entonces nosotros – para ellos, los embaucadores – somos solo una abstracción. Empero, si aceptan nuestra existencia, entonces simplemente nos corren de lado y nos transforman en la contraparte o el problema contra el cual ellos deben luchar. De esta forma pasamos a ser el problema o los causantes de todos los males, justificando todo tipo de resentimiento y frustraciones de nuestra vida política de los últimos años.
Los de derecha, los golpistas, la puta oligarquía (irrisorios, en la misma bolsa va pobretón y estanciero), los de barrio norte, los de “magnetto”, los de clarinete...
Es tan así el pensamiento impregnado por los falseadores y embaucadores, que han logrado derramar a nivel social estas ideas, dónde el principal argumento de confrontación de los devotos es el “ninguneo” (menospreciar al otro, para invalidar sus argumentos; es una estrategia adoptada por los devotos de los populismo, y como no podía ser de otra forma, los kirchneristas como copia trucha de los chavistas, también son cultores de esta “herramienta”).
El embustero existe porque existe el devoto y de ahí esta interrelación en simbiosis Embustero & Devoto, que se retroalimenta y crece de manera exponencial.
El embustero existe porque existe el devoto y de ahí esta interrelación en simbiosis Embustero & Devoto, que se retroalimenta y crece de manera exponencial.
Esto puede observarlo fácilmente en las redes sociales – seguramente se topó más de una vez con uno de ellos - dónde se establece la oportunidad de dialogo y la confrontación de ideas. Ante confrontar con argumentos, apelan al ”ninguneo” de este estilo: eres gordo, eres feo, tu cara es de tonto, eres golpista, eres clarinete, caceroludo, oligarca, etc. Obviamente, a una acción, por lo general le corresponde una reacción, y del otro lado tampoco se privan, y algún “choripanero”, “kuca”, “arrastrado”, etc. no se le suele mezquinar.
Continuado con los embaucadores:
Lean y analicen solo esta frase: “proceso de transformación social que no sólo vino a reconstruir derechos sociales y civiles sino a poner en cuestión la hegemonía de aquellos que condujeron al país a la desigualdad y la injusticia”
Una aseveración falsa, capciosa y sesgada. ¿Derechos sociales a la pobreza?, ¿al clientelismo, a la devoción a embusteros y charlatantes? ¿derecho a conocer solo una “verdad” creada, que margines y oculte evidencias de actos de corrupción y abuso de los recursos de Estado?
Qué los “empresarios” “amigos” del gobierno, que la presidenta y funcionarios puedan acumular cantidades enormes de riquezas sustraídas del pueblo – de conocimiento público, bolsas de dinero que se pesan y bóvedas que se hacen desaparecer - y por otro lado ciudadanos mueren por falta de inversión en el transporte público, o por inundación por falta de obras de infraestructura, o millones de conciudadanos viven sumergidos en la pobreza, es un acto de justicia. Si alguien dice que esto es una abstracción, yo puedo decir con igual honestidad intelectual, que ese alguien es un tremendo hijo de puta y un mal parido (hay cosas que no se pueden decir de otra manera).
Forster y sus asociados “intelectuales” está muy lejos de ser filósofo – por honor y respecto a filósofos como Nietzsche - no es un titulo de honor, o una graduación académica, si quieren pueden llamarle un estudioso de la filosofía o una persona académicamente instruida y versada en esta materia. Prefiero quedarme con la idea de que un filosofo tiene que ver con desarrollar la más alta expresión intelectual, moral y expansión de la mente para lograr el conocimiento y el entendimiento de la humanidad, basada siempre en hechos reales, o en especulaciones de la mente basadas en la honestidad intelectual del entendimiento libre de ataduras preconceptuales, acotadas a intereses mundanos o mezquinos. De lo contrario solo estaríamos utilizando la dialéctica para "engrupir", embaucar o convencer a seguidores y fieles devotos para determinados fines.
Entonces hablaríamos de un sofista funcional a intereses partidarios, y para no rompernos la cabeza en términos complicados, el típico charlatán – más emparentado con practicas propagandista de una especie de fascismo.
Alguien que alienta a ciudadanos a ser ovejas y seguir de forma arrastrada y servil como necesario engranaje del despotismo, para que los beneficiarios – aristocracia del poder – sigan perpetuándose en sus encumbrados sillones de mandos, sus funcionales alcahuetes sigan alimentando sus angurria y vicios a placeres y lujos mundanos, mientras las hordas de seguidores – bajo la denominación de “pueblo”, al que se le imprime la condición de masas inertes en su forma de pensar – sigan recogiendo migajas, mientras se empobrecen intelectual, moral y en su condiciones de vida.
Filosofía: Existencia, conocimiento y verdad de la mano de la moral, la belleza, la mente y el lenguaje.
La filosofía se distingue del misticismo, la mitología y la religión por su énfasis en los argumentos racionales, y de la ciencia porque generalmente lleva adelante sus investigaciones de una manera no empírica, la especulación u otros métodos a priori, aunque sin desconocer la importancia de los datos empíricos.
Sofista, enseñar sabiduría. Píndaro da un significado despectivo al término sophós asimilándolo a "charlatán", "embaucar".
Grecia Antigua y el sofismo:
El desprecio con el que los sofistas eran tratados en ocasiones no nacía del hecho mismo de recibir remuneración, sino de hacerlo, sobre todo, por la formación en la llamada areté, el arte de la política y la ciudadanía, que incluía todas las técnicas persuasivas para hacerse un lugar en la administración de la polis.
Platón criticaba a los sofistas por su formalismo y sus trampas dialécticas, pretendiendo enseñar la virtud y a ser hombre, cuando nadie desde un saber puramente sectorial, puede hacerlo.
"Poder convertir en sólidos y fuertes los argumentos más débiles", dice Protágoras.del discurso retórico, puede arrogarse tal derecho.
Gorgias dice que con las palabras se puede envenenar y embelesar. Se trata, pues, de adquirir el dominio de razonamientos engañosos. El arte de la persuasión no está al servicio de la verdad sino de los intereses del que habla.
Filosofo – se nace o se hace:
En estas discusiones todo el mundo se reclama como filósofo de alcoba, porque se hace preguntas y trata de analizar un variado abanico de respuestas complejas; de este modo rechazan que exista una profesión propia del filósofo, porque creen que todos llevamos un filósofo dentro.
En este sentido el filósofo de carrera queda caracterizado como un gran ocioso bastante improductivo y un poco charlatán. Pero lo que se juega aquí no es la productividad social de la filosofía sino la cuestión más general de qué es la filosofía: la definición de filosofía.
La filosofía por otro lado nunca se ha prestado a este juego de las definiciones fáciles y universales. Cada época y cada cual la ha definido a su manera y como lo sentía. Y es aquí quizá, la actividad que es filosofar, justamente lo que es la filosofía. No una cosa sino un hacer. Actividad y actitud que tiene que ver con el sentir de cada cual.
Vaguedad:
El sentido común, la opinión pública, dirá sin embargo que tiene que ver con el razonar y ordenar el mundo, con pensar. Pero entonces hay que preguntarse, ¿pensar el qué?
Pensó que las abstracciones y las cuestiones ridículas que hasta entonces se habían discutido, y que habían constituido como la sustancia de la filosofía, eran la parte que era menester proscribir del todo.
Para conocer nuestra alma, sus ideas y sus afecciones, no estudió libros, porque le hubieran dado una mala instrucción: se contentó con penetrar profundamente en sí mismo; y después de haberse contemplado, por así decir, durante largo tiempo, en su Tratado del entendimiento humano no hizo otra cosa que presentar a los hombres el espejo en el que él se había visto. En una palabra, reduce la metafísica a lo que ella debe ser efectivamente, la física experimental del alma; una especie de física muy diferente de la de los cuerpos no solamente por su objeto, sino por la manera de considerarlo"
Así que no se trata ni de pensar por pensar ni de racionalizar ni de moverse entre conceptos y abstracciones. Esta cita nos lleva a una concepción de la filosofía no especializada sino humanamente universal. Que no consiste en racionalizar el sentimiento sino en hacerlo consciente y explorarlo minuciosamente. Digamos que eso es lo que significa profundizar y filosofar a la vez.
Así el filósofo ya no será el erudito de los libros sino el penetrador. Ahora bien, que sea una capacidad general, no es lo mismo que sea una acción general, porque aunque tengamos la capacidad de penetrarnos, de sentirnos y de profundizar en nuestra alma, no todo el mundo la desarrolla.
No lo es porque hoy por hoy las condiciones sociales de vida no invitan a filosofar sino a hacer lo opuesto. Vivimos superficialmente y desatendemos gravemente lo que es primero en cuanto constitutivo de nuestra humanidad, el sentirse y el poder penetrarse.
Evitar o renunciar a la filosofía es pues, vivir en la inconsciencia de la riqueza y complejidad que nos constituye. Es pensar que nacemos hechos, y que sólo hay que dejarse llevar, dejarse estar. Es olvidar que hay que hacer, que hay que desarrollarse porque estar no es lo mismo que hacer. Es perderse en el afuera mientras nos perdemos por dentro.
Alguien que tiene ideas parecidas: