Los miserables del fútbol:
Son aquellos que nada tienen que ver con el fútbol, desde dirigentes de clubes que lo utilizan para hacer plata, hasta los políticos y comunicadores obsecuentes a un poder de turno, que lo utilizan para dividir, y dogmatizar a simpatizantes distraídos .
El Gobierno nacional de manos del kirchnerismo y su denominado "nac & pop" utilizan recursos públicos para sostener sumisos y serviles a la "TV publica", el "Fútbol para todos" y a una red de obsecuentes charlatanes, sofistas chupamedias y lamebotas, como Victor Hugo Morales, Diego Maradona, Brancatelli, Jorge Rial, Diego Gvirtz (678, TVR, y Duro de Domar) y el montonero asesino Perro Verbitsky (Pagina 12), entre otro varios.
Ellos no quieren la unión de los argentinos, ellos quieren diferenciarse de usted, demostrando su lealtad, obsecuencia y genuflexión al gobierno de turno, para así mantener sus privilegios.
Ellos consideran que los éxitos de la Selección Argentina le corresponde al propio gobierno, se apropian del talento de Messi, de la entrega de Mascherano y de la dedicación de Di María, Garay, etc.
Ellos consideran que usted, que no enarbola las banderas del modelo, que no adhiere a las muletillas del relato, no tiene ningún derecho a sentirse argentino e identificado con la selección, para ellos, a usted que es no k se le tiene vedado, se lo insta a abstenerse de celebrar, emocionarse, llorar, sentir, reír por los logros de Messi, Mascherano, Dimicheli, Rojo, Garay, Romero, El Pipita, el Kun, etc.
Y mucho menos, no se le ocurra alabar a Sabella, que se dice tener como ídolos a Chacho Alvarez, Nestor Kirchner y Cristina - pobre Sabella- porque el es k, y les pertenece al nac & pop.
No se deje confundir, el fútbol, el mundial y la alegría no es del nac & pop, y no estamos librando ninguna guerra, relájese, disfrute y sobre todo festeje el triunfo de nuestra selección.
Mundial 2014, la final:
Argentina llegó a la final, se enfrenta a Alemania, un equipo que tiene todo a favor para ganar, pero como el fútbol es algo poco predecible, el resultado podrá favorecer a cualquiera de los dos equipos. Dejemos que Argentina vaya de punta...
Algunas cosas sobre las derrotas en el fútbol, y lo que en principio parece injusto; la selección de Holanda jugó bien casi todos los partidos, le ganó por el tercer puesto a un vapuleado Brasil 3:0 y terminó invicta, solo perdiendo ante nuestra selección por los penales. Recibieron su medalla y luego dieron la vuelta olímpica, saludando y agradeciendo a su gente e incluso aplaudidos por simpatizantes brasileros. Pareciera que el tercer puesto no tuviera valor, cuando en realidad los equipos sufren y hacen lo imposible para arribar a la semifinal, esas cosas que tiene el exitismo.
La historia de Arjen Robben, para valorar la vida, entender que hay detrás de un jugador y no anteponer las banalidades sobre las cosas importantes.
Argentina campeón:
Festejamos, nos emocionamos, algunos cumplen sus promesas, otros simplemente dejan que la emoción y la felicidad los invada. Esa alegría durará como dura la satisfacción de un dulce, pero por mas efímera que sea, quedará en nosotros por siempre como un lindo recuerdo para invocar, cuan nostalgia, todas las veces que de fútbol hablemos.
Argentina sub campeón:
Querremos resistirnos a creer que el sueño no se dio, y trataremos de convencernos, sin éxito, que lo logrado ha sido suficiente, pero el dolor o la angustia durará también como un trago amargo, efímera, que pronto dará lugar al orgullo de saber que se llegó a la semifinal.
Pero esto apenas pasen lo días, después de superar el vacío existencial, nuestras vidas volverán a los realidad verdadera, al país real, a las cosas buena y malas.
No nos dejemos engañar, no queramos emendar nuestras frustraciones, o nuestros fracasos como sociedad, como país, con la alegría de un logro deportivo, que aunque nos sintamos parte, es un logro de un grupo minoritario que a través de su sacrificio, dedicación y entrega nos obsequian este pequeño trofeo. Pero nada nos habla de nuestra comunión como sociedad, de nuestra dedicación, de nuestros logros como país. Esto es tan así, que la primer copa del mundo lograda por Argentina fue durante un Gobierno Militar - autoritario y genocida. Aun esto, no quita el merito a los jugadores y equipo técnico de esa gesta, ni que la gente pueda haber festejado, siempre y cuando no se dejen adormecer la conciencia.
No se deje engañar, no estamos librando ninguna guerra de independencia, ni estamos siendo mas patriotas si ganamos o perdemos un mundial.
A la patria la tenemos que construir día a día, con nuestro trabajo, con nuestro talento, eligiendo representantes que administren correctamente nuestros recursos, que mantengan el valor de nuestra moneda, que planifiquen el país que queremos para nosotros y nuestros hijos; y no políticos preocupados solo por sostenerse en un cargo y de disfrutar de los privilegios que este le otorga.
Un mundial de fútbol es un evento cosmopolita, que atrae y conmueve a millones de simpatizantes de fútbol, e incluso a algunos detractores, y como es en extremo popular, y actualmente archidifundido por cuanto multimedio ande dando vueltas por ahí, obviamente está en la boca de todos. Máxime en países "futboleros" como el nuestro, y ni hablar del anfitrión de esta copa, Brasil.
Son aquellos que nada tienen que ver con el fútbol, desde dirigentes de clubes que lo utilizan para hacer plata, hasta los políticos y comunicadores obsecuentes a un poder de turno, que lo utilizan para dividir, y dogmatizar a simpatizantes distraídos .
El Gobierno nacional de manos del kirchnerismo y su denominado "nac & pop" utilizan recursos públicos para sostener sumisos y serviles a la "TV publica", el "Fútbol para todos" y a una red de obsecuentes charlatanes, sofistas chupamedias y lamebotas, como Victor Hugo Morales, Diego Maradona, Brancatelli, Jorge Rial, Diego Gvirtz (678, TVR, y Duro de Domar) y el montonero asesino Perro Verbitsky (Pagina 12), entre otro varios.
Ellos no quieren la unión de los argentinos, ellos quieren diferenciarse de usted, demostrando su lealtad, obsecuencia y genuflexión al gobierno de turno, para así mantener sus privilegios.
Ellos consideran que los éxitos de la Selección Argentina le corresponde al propio gobierno, se apropian del talento de Messi, de la entrega de Mascherano y de la dedicación de Di María, Garay, etc.
Ellos consideran que usted, que no enarbola las banderas del modelo, que no adhiere a las muletillas del relato, no tiene ningún derecho a sentirse argentino e identificado con la selección, para ellos, a usted que es no k se le tiene vedado, se lo insta a abstenerse de celebrar, emocionarse, llorar, sentir, reír por los logros de Messi, Mascherano, Dimicheli, Rojo, Garay, Romero, El Pipita, el Kun, etc.
Y mucho menos, no se le ocurra alabar a Sabella, que se dice tener como ídolos a Chacho Alvarez, Nestor Kirchner y Cristina - pobre Sabella- porque el es k, y les pertenece al nac & pop.
No se deje confundir, el fútbol, el mundial y la alegría no es del nac & pop, y no estamos librando ninguna guerra, relájese, disfrute y sobre todo festeje el triunfo de nuestra selección.
Mundial 2014, la final:
Argentina llegó a la final, se enfrenta a Alemania, un equipo que tiene todo a favor para ganar, pero como el fútbol es algo poco predecible, el resultado podrá favorecer a cualquiera de los dos equipos. Dejemos que Argentina vaya de punta...
Algunas cosas sobre las derrotas en el fútbol, y lo que en principio parece injusto; la selección de Holanda jugó bien casi todos los partidos, le ganó por el tercer puesto a un vapuleado Brasil 3:0 y terminó invicta, solo perdiendo ante nuestra selección por los penales. Recibieron su medalla y luego dieron la vuelta olímpica, saludando y agradeciendo a su gente e incluso aplaudidos por simpatizantes brasileros. Pareciera que el tercer puesto no tuviera valor, cuando en realidad los equipos sufren y hacen lo imposible para arribar a la semifinal, esas cosas que tiene el exitismo.
La historia de Arjen Robben, para valorar la vida, entender que hay detrás de un jugador y no anteponer las banalidades sobre las cosas importantes.
Argentina campeón:
Festejamos, nos emocionamos, algunos cumplen sus promesas, otros simplemente dejan que la emoción y la felicidad los invada. Esa alegría durará como dura la satisfacción de un dulce, pero por mas efímera que sea, quedará en nosotros por siempre como un lindo recuerdo para invocar, cuan nostalgia, todas las veces que de fútbol hablemos.
Argentina sub campeón:
Querremos resistirnos a creer que el sueño no se dio, y trataremos de convencernos, sin éxito, que lo logrado ha sido suficiente, pero el dolor o la angustia durará también como un trago amargo, efímera, que pronto dará lugar al orgullo de saber que se llegó a la semifinal.
Mire la expresión de este rostro
es pasión verdadera, despojada
de cualquier otro tipo de
connotaciones.
No nos dejemos engañar, no queramos emendar nuestras frustraciones, o nuestros fracasos como sociedad, como país, con la alegría de un logro deportivo, que aunque nos sintamos parte, es un logro de un grupo minoritario que a través de su sacrificio, dedicación y entrega nos obsequian este pequeño trofeo. Pero nada nos habla de nuestra comunión como sociedad, de nuestra dedicación, de nuestros logros como país. Esto es tan así, que la primer copa del mundo lograda por Argentina fue durante un Gobierno Militar - autoritario y genocida. Aun esto, no quita el merito a los jugadores y equipo técnico de esa gesta, ni que la gente pueda haber festejado, siempre y cuando no se dejen adormecer la conciencia.
No se deje engañar, no estamos librando ninguna guerra de independencia, ni estamos siendo mas patriotas si ganamos o perdemos un mundial.
A la patria la tenemos que construir día a día, con nuestro trabajo, con nuestro talento, eligiendo representantes que administren correctamente nuestros recursos, que mantengan el valor de nuestra moneda, que planifiquen el país que queremos para nosotros y nuestros hijos; y no políticos preocupados solo por sostenerse en un cargo y de disfrutar de los privilegios que este le otorga.
Un mundial de fútbol es un evento cosmopolita, que atrae y conmueve a millones de simpatizantes de fútbol, e incluso a algunos detractores, y como es en extremo popular, y actualmente archidifundido por cuanto multimedio ande dando vueltas por ahí, obviamente está en la boca de todos. Máxime en países "futboleros" como el nuestro, y ni hablar del anfitrión de esta copa, Brasil.
Entre los simpatizantes, si se pudiera hacer una categorización al menos grosera, tenemos dos perfiles básicos:
Los que disfrutan el futbol:
Aquí estamos, me incluyo, los que disfrutamos mas ver el espectáculo en sí, el juego bonito, el talento, las estrategias de juego diseñadas por los directores técnicos, por lo general gusta mas un carácter ofensivo, mientras que se cataloga como mezquinos a aquellos que solo se preocupan por defenderse y conservar un resultados en cero. Aquí estamos los que no nos alegraríamos nunca por la lesión de un rival talentoso, como Neymar (Brasil), ni Di María (Argentina) o Cristiano Ronaldo (Portugal), siempre querríamos que jueguen, y si es posible se enfrente en una semifinal o final. Esto es lo que creo defiende Horacio Pagani, Gonzalo Bonadeo, y que está mas con el espíritu de maestros del fútbol como Renato Cesarini.
Los que disfrutan el ritual, los trapos y las rivalidades:
Son aquellos a los cuales le importa mas si el equipo de sus preferencias gana, y mas aún cuantas copas ganó mas que su archirival, o si este fue eliminado en etapas anteriores a su equipo, y si lo fue por goleada, mas es su euforia. En esa copa del mundo, para estos, han tenido su máxima exaltación y felicidad. Disfrutaron la lesión de Neymar, se burlaron, y festejaron luego la derrota de Brasil, ante Alemania por 7:1. Aquí tenemos a Marcelo Tinelli, a Alejandro Fantino y a una muchos periodistas mediocres de argentina. EN REALIDAD SE ALEGRAN DEL FRACASO DEL OTRO, NO TANTO DE VICTORIAS PROPIAS.
La rivalidad, como folclore, es el condimento del fútbol, y está muy bien hasta ciertos limites, claro que nos alegra que nuestros rivales (primos), caso de un Boca - River, pierda, y si lo hace jugando peor que nuestro equipo mucho mejor, de ahí a desear que un jugador se quiebre, o no pueda jugar una final, ya es algo, que al menos en la boca de comunicadores sociales (periodistas y referentes de los medios) debería ser moderado, para no exacerbar los ánimos, generar mas violencia, y que lo que debería ser una fiesta se transforme en una guerra campal.
Los miserables del fútbol:
Los que quieren transformar una fiesta en una guerra! que tiene que ver el fútbol con una guerra? eso de "son soldados", "esto es una guerra".
Son aquellos que nada tienen que ver con el fútbol, desde dirigentes de clubes que lo utilizan para hacer plata, hasta los políticos y comunicadores obsecuentes a un poder de turno, que lo utilizan para dividir, y dogmatizar a simpatizantes distraídos .
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