Cambiemos es una construcción política, una coalición de partidos políticos que surge en un momento de coyuntura política, social y económica donde sus dirigentes interpretaron la demanda de un amplio sector de la ciudadanía, muchos ni siquiera enrolados en partidos políticos algunos, o al menos sin una militancia política activa.
Para acceder al poder cambiemos se valió del hartazgo que teníamos muchos con el gobierno populista, inepto y corrupto del kirchnerismo, ayudado también por el deterioro económico, un país en recesión, con alta inflación, y una crispación social que entendía que la principal causa de ese deterioro económico se debía al despilfarro en planes sociales, a subsidios de todo tipo y a la corrupción.
Ya en el poder, todo aquello que era a favor, en cuanto a reclamos y demanda social se empieza a volver en contra, porque la inflación resultó mas difícil de controlar que lo que parecía, porque aún no se puede salir de la recesión, y porque la nafta, las tarifas y el costo de vida cada día pesa mas para el asalariado, clase trabajadora que quizás sea la que votó mayoritariamente el cambio, y los sectores de la producción, los servicios y el comercio que se ven agobiados por la carga impositiva, que en momentos se hace imposible sobrellevar.
Los que apoyamos esta idea de cambio, y seguimos creyendo que este es el camino, y que confiamos que para lograr un país productivo es necesario lograr estabilidad monetaria, y previsibilidad de las reglas de juego. Un ejemplo de esto, la inflación es a causa de la expansión monetaria, desde que Macri se hizo cargo de la presidencia, la base monetaria al 9/12/2015 era de $629.249 millones, al 12/11/2018 es de $1.247.243 millones, o sea que en menos de 3 años se duplicó la base monetaria, eso ya da una base inflacionaria del 26%, si a eso se le agrega los efectos distorsivos de tarifas y aumentos de combustible, mas la cultura inflacionaria argentina de que si sube el dólar todo sube, pero que si baja nadie baja un precio, nos da la inflación que tenemos hoy. En la actual y reciente gestión del BCRA, por primera vez, se está atacando esta expansión monetaria, esperemos de resultados!. Entonces muchos entendemos que el problema es el déficit fiscal, y que achicarlo es lo mas complicado, porque por otro lado tenemos un país con una cultura subsidiaria, de mucha gente que quiere seguir viviendo sin trabajar y que ajustar para la mayoría de los argentinos es mala palabra, los mismos sectores que critican el acuerdo con el FMI son los que a su vez demandan mayores recursos subsidiarios en gasto social, que es en gran parte la razón por la cual recurrimos a mendigar fondos a estos organismos. O sea, nos endeudamos en parte para seguir subsidiando el desorbitante gasto publico, ¿por qué? en esto no creo sea culpa de Macri, porque la política argentina, o sea sus políticos, dirigentes de cualquier partido, no tienen la voluntad de sentarse en una mesa y de forma sincera y responsable ponerse de acuerdo en 10 puntos que son importantes para el desarrollo del país, y que nada tienen que ver con las aspiraciones de poder de esos dirigentes.
Entonces, el acuerdo con el FMI, mas allá del fondeo, también debería ser una oportunidad de resolver lo que es importante resolver, o sea poner a nuestra economía en caja, y parece que para esto necesitamos un tutor encargado porque como país somos tan infantil que por sí solo no lo podemos hacer, por eso los del FMI vienen cuadernito en mano a controlar que hacemos, y además está el riesgo de que Macri no siga en el gobierno, las otras fuerzas políticas ya han manifestado su voluntad revisionista de este acuerdo.
Para cambiemos estas próximas elecciones van a ser muy distintas, obviamente con resultados inciertos, de las elecciones de octubre de 2015, y de las de medio término, donde la situación económica era distinta.
Aún este gobierno sea muy distinto del anterior en cuanto a transparencia y responsabilidad en la gestión, esto es lo menos que se espera de un gobierno, por lo menos para la franja que votamos cambiemos y sin enumerar los enojos que son evidentes con muchas de las cosas que aún no se han cambiado, todos los argumentos y promesas que se podían hacer anteriormente, hoy ya son difíciles de sostener, entonces queda como principal argumento el miedo a volver al pasado, a gobiernos populistas y corruptos, a la crispación permanente y a las cadenas nacionales de CFK. Aún la militancia en los partidos políticos que gobiernan sean importantes para sostener un cierto microclima de apoyo a un gestión, y que ademas tienen su mayor contribución a la formación y aporte de nuevos dirigentes, y la garantía en la logística electoral, esta sola militancia no es suficiente para sostener una gobierno, si no se lo hace desde la gestión concreta de gobierno, de cara a la demanda social y contribuyendo a mejorar el humor social, que dará el plus necesario para una posible reelección de Mauricio Macri.
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